La aparición de gingivitis y el aumento de caries es muy habitual durante el embarazo debido a los cambios hormonales.
Durante el embarazo los dientes y encías requieren de una atención especial para evitar la aparición de gingivitis y caries. En momentos complicados como el que vivimos en la lucha contra el COVID-19, muchos tendemos a descuidar aspectos de la higiene bucodental, pero en el caso de las mujeres embarazadas es de vital importancia seguir recomendaciones especiales.
Es fundamental cepillarse regularmente, usar hilo dental y llevar una dieta equilibrada. Los vómitos asociados al primer trimestre de embarazo provocan erosión en el esmalte debido al ácido del estómago. Esto hace que el diente sea más vulnerable a las caries.
Muchas mujeres sufren de gingivitis cuando la placa dental se acumula e irrita la encía. Reconocerás la gingivitis o posterior enfermedad periodontal al tener inflamación y enrojecimiento de las encías o si sangran fácilmente. ¿Por qué aparece más habitualmente durante el embarazo? Se debe al incremento de los niveles hormonales.
Es muy importante prevenir la aparición de gingivitis porque algunos estudios demuestran que contribuyen a los partos prematuros y en el peso del recién nacido. Normalmente es más pronunciado en el segundo trimestre de embarazo, por lo que es clave hacerse una limpieza dental y evitar la acumulación de sarro.
Para mantener una dieta saludable que no afecte negativamente a la salud bucodental recomendamos no consumir alimentos azucarados como bollería, golosinas o zumos.
Tratamientos dentales en el embarazo
Durante el primer trimestre se suelen realizan sólo tratamientos de urgencia. Es ya en el segundo trimestre cuando resulta ideal realizar cualquier tratamiento dental. En este periodo podemos emplear anestesia local y otros fármacos que no afectan al desarrollo del bebé.
Desde Clínica dental Vasaldora informamos y aconsejamos a las futuras mamás sobre el cuidado especial de la salud bucodental tanto de ellas como de los propios bebés. El peque debe acostumbrarse desde el principio a una limpieza diaria y regular. Los padres deben hacerlo desde la aparición del primer diente utilizando gasas, cepillos pediátrico… y hacer un seguimiento cuando el niño crezca.
